19 enero 2012

Y ya tenemos una princesa de 7

En la última entrada os comentaba que la tarta de 6 añitos del ratón hice yo misma el fondant. Es fastidioso, engorroso y pringoso. Eso si, bueno está un rato largo.
Este año una amiga mía (hola Carmen) que hace unas tartas espectaculares con fondant me dió una pista para no trabajar tanto. Comprarlo hecho!!! Y vosotros estareis pensando: Pues vaya pista! Puede que no sea muy original, pero es lo mejor del mundo mundial.
Compras el fondant hecho. Primero hay que encontrar una tienda que lo vendan que no es fácil según la zona donde vivas o tienes que encargarlo por internet y que te lo traigan a casa. Eso si, de la engorrosa tarea de darle color no te escapas.
Después de darle muchas vueltas y visitar muchas páginas donde se mostraban tartas maravillosas hechas con fondant, me decidí por algo no muy complicado. O al menos, no lo parecía mucho. Eso si, conforme se iba acercando el fatídico momento de ponerse con la tarta me entraban más miedos y le pedí a Carmen que viniera a casa a ayudarme por si me entraban dudas existenciales. Menos mal que vino. Y esto es lo que salió.



Una princesa como la que tengo yo en casa. En este caso, cenicienta.



Empecé a las 11 de la mañana haciendo el bizcocho que está debajo de la falda y terminé poniendo la tarta encima de la mesa del salón a las 9 de la noche. Quitando la parte de la muñeca de cintura para arriba que es de plástico, todo lo demás se comía (turbante del pelo, cinta del cuello con perla incluida, volantes de las enaguas, flores, y hasta la base para la vela).

Lo que más hubo fueron risas. Momento corpiño de la muñeca que se quería romper, momento volantes de las enaguas que no se querían pegar..... Todo valió la pena por ver la cara de mi princesa. No está perfecta, pero a ella le dió igual. Y si ella está feliz, yo más.

Eso si, a ver cómo te superas el año que viene, bonita.

Buen provecho.




Con Hello Kitty hicimos 6

No puedo creer que haga dos años que no escribo nada en el blog. Y es que la vida te puede cambiar mucho sin tu quererlo, o queriendo. No se si alguien de mis antiguos compañeros de fogones virtuales seguirá visitándome de vez en cuando para rescatar alguna receta o simplemente para ver si sigo con vida.
Cocinar, sigo cocinando, por supuesto. Nada destacable, también tengo que decirlo. Sólo en contadas ocasiones y con motivo del cumpleaños del ratón hago esfuerzos titánicos por mantener la tradición de que su mami le haga la tarta de cumpleaños más increible que haya visto jamás (Ratón dixit). Será que debido a su corta edad, no ha visto muchas tartas de cumpleaños la pobre.
El caso es que el año pasado por su cumpleaños empecé a darle vueltas a hacerle una tarta con fondant. Y esto es lo que se me ocurrió hacerle:


Todo el fondant lo hice yo con esponjitas blancas y rosas (nubes) del Mercadona y con colorantes alimenticios. Menudo faenon. Aquí os dejo un enlace donde se explica paso a paso cómo se hace.

El caso es que después de toda la mañana liada con las nubes, los colorantes y la tarta, el resultado creo que valió la pena. La base de la tarta era un bizcocho vulgar y corriente bañado con un poco de almibar y relleno de nocilla (los niños encantados).

Mis primeros pasos con el fondant estaban dados, y una mami que estaba en el cumple me dijo "A ver como te superas el año que viene, bonita". Pues bueno, esa es una historia que dejo para la siguiente entrada.

Espero que os guste.