Cannella, original como ella misma, y sin tener ningún reparo en disimular, nos ha pedido que mostremos nuestras cocinas. Y yo a esta mujer antes me corto las manos que le niego nada. Así que os voy a mostrar mi reducto.
Mi cocina es nueva, muy nueva. Por una sencilla razón, me acabo de mudar a un piso de nueva construcción. Pero cuando lo compré ya no había posibilidad de cambiar nada, así que hasta que me recupere del varapalo que supone comprar un piso nuevo, me voy a tener que conformar con lo que quiso poner el arquitecto de mi finca.
La cocina tiene dos bancadas, una a derecha y otra a izquierda. En esta foto, vemos la parte de la derecha.

Y aqui vemos la parte de la izquierda. Y ahora, como dijo
Jack el Destripador, vayamos por partes.

Mis dos mejores armas. La chefo y la thermomix. No las pongo todos los dias, entre otras cosas porque no tengo tiempo pero los fines de semana echan humo.

Mi última adquisición. La cafetera de Nespresso. Se ha vuelto indispensable en casa. Y a su lado, y al lado de los fogones, una cosa de esas que hasta que no la tienes no te das cuenta de lo mucho que la necesitas, un platito para dejar la cuchara de madera mientras cocinas. Como todo en mi cocina es de loza valenciana. Y esta en particular fue un regalo de mi madre.

Al otro lado de los fogones, otra cosita de loza, el especiero. Falta un cacharrito que "alguien" se cargó ;) Pero son tan monos que me sabe mal comparme unos nuevos.

Y al fondo del banco, mis dos inquilinos de honor "cinco y seis". Son los
peces de colores de Andrea. Les puso ella el nombre, y es lo que tiene cuando le preguntas a un renacuajo de dos años por el nombre para sus peces, te contesta lo primero que le viene a la cabeza. Y es que ese dia debieron dar esos números en la guardería.
A su lado, el microondas. Ya se que parece una tele, pero es el microondas.

En frente de los peces, el reloj de pared. También es de loza. Y como no, una foto de mi reina mora, también hecho en loza. Empiezo a pensar que debería consultar lo mio con la loza con mi sicoanalista, jeje.

Debajo de la foto, mis violetas imperiales. Me han acopañado por todas las casas en las que he vivido. Que si, que son de plástico, pero les tengo cariño, ya ves. Y al lado una reliquia. Un radiocassette de cuando mi hermano tomó la comunión. Y el niño tiene 28 años. Pero es que cuando mi madre dijo que lo iba a tirar me dió penita y lo adopté. Me canta las noticias todas las mañanas.

Y al lado del fregadero, otro cacharrito de loza para meter el estropajo. Definitivamente lo mio con la loza no es normal.

Y llegados a este punto, hemos terminado. Como os he dicho antes, no es nada del otro mundo, pero poquito a poco le iré cambiando el estilo.
Ahora ya conoceis algún secreto más de mi.
Besitos.